Bienvenido

"Anduve en la vida preguntas haciendo
Muriendo de tedio, de tedio muriendo.
Rieron los hombres de mi desvarío...
¡Es grande la tierra! Se ríen... yo río...
Escuché palabras; ¡abundan palabras!
Unas son alegres, otras son macabras.
No pude entenderlas; pedía a las estrellas
Lenguaje más claro, palabras más bellas..."

Alfonsina Storni.

Gran Antología:
http://www.poesiaxquesi.blogspot.com/


viernes, 31 de julio de 2009

Hippolyte Bouchard, Nuestro Corsario

Su nación, su derrota y su nombre
viró como si fuera a todo hombre
posible adivinar cómo los finos
dedos de dios asignan los caminos

y las aguas. Se embarcó de corsario,
sable, vicios y mando eran su diario
otear de azul y azul en la contrata
(pienso en Conrad, sólo, noble y pirata)

Llevó a Madagascar, a Malasia,
luego a Hawai, a California baja,
la que hoy es tu bandera y su gimnasia:

liberar al esclavo negro o blanco
del África al Perú. Fue una navaja
de un cuento de Salgari, su barranco.

lunes, 27 de julio de 2009

Felonía perpetrada en la Guerra del Paraguay

16 de agosto de 1869

Se ha pretendido ocultar la matanza
con el vidrio de los años y el bronce
tal vez no ocurrió nunca, fue tanta
la vergüenza nuestra de Acosta Ñu.

La guerra terminó, solo la blanca
intrascendencia militar, las dianas
nos quedan de la marca aquella infancia
la vergüenza nuestra de Acosta Ñu.

Tallaron fusiles como inéditos
juguetes que mostraron a sus madres
luego a la carga, llorar y combatir.

Aún no los sufren nuestras mujeres,
los niños siempre son al fin de todos
y nuestra la vergüenza de Acosta Ñu.

miércoles, 22 de julio de 2009

Sarmiento o "La Montaña"

Ahora que estoy en la posteridad
te hablo desde la piedra y la altura
la historia ha auscultado toda mi edad
el hielo ha detenido mi figura.

Viví en un tiempo de cisma y sismos
entregué mis manos como peñascos
para ocluir las grietas, a los abismos;
al largo empeño de borrar los atascos.

La nieve educa, me dijo Emerson,
su vida fue apacible y por cierto
lo envidié, yo, que nací en un desierto.

Lamento interrumpir, todas las tardes
regresan a anunciarme, ya es un rito:
cayó, en Curupaytí, mi Dominguito.

miércoles, 15 de julio de 2009

El Fusilamiento de Dorrego

13 de diciembre de 1828

Acaba de enterarse, dio la orden Lavalle,
en una hora más comenzará su muerte.
-Hasta al peor bandido se le da mejor suerte-
habló rebelde siempre. Hoy es sólo una calle.

El tiempo apremia, ya denle un lápiz y un papel,
está solo, una esquela a sus hijas. El otro
pasaje agreste florecerá como un notro
en la historia argentina. Será el renglón cruel.

Más que a un Sócrates, se le ahorró el amargo juicio
y beberá las balas de sus camaradas, el vicio
de la propia sangre, de odiar de muchos modos.

Lo acuñó el pueblo, corrió por propio imperio
su valor, su sarcasmo traspasó el cementerio.
Su recuerdo seguirá a su verdugo y a todos.

 
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