Bienvenido

"Anduve en la vida preguntas haciendo
Muriendo de tedio, de tedio muriendo.
Rieron los hombres de mi desvarío...
¡Es grande la tierra! Se ríen... yo río...
Escuché palabras; ¡abundan palabras!
Unas son alegres, otras son macabras.
No pude entenderlas; pedía a las estrellas
Lenguaje más claro, palabras más bellas..."

Alfonsina Storni.

Gran Antología:
http://www.poesiaxquesi.blogspot.com/


lunes, 24 de agosto de 2009

Leandro N. Alem, El Hijo del Ahorcado

Siempre en traje negro, está el apóstol
del único civismo y del futuro,
sabe que como él, el tiempo es duro.
Roto y sin doblarse, está el apóstol

de pie tras un pequeño que no puede
negar la vista al atroz encuadre,
colgando de la horca los ve el padre,
el chico llora, el otro no puede,

ambos, son el mismo, las dos puntas
idénticas de una idéntica vida
como antes del niño, son sus preguntas

por qué pelear, por qué seguir, ser fuerte,
nunca inclinar la frente. Nuestro druida
de honor fatal, al que ordenó la muerte.

viernes, 21 de agosto de 2009

El Coronel Kingston yace olvidado en Buenos Aires

Río de la Plata, rumbo a Buenos Aires, 28 de junio de 1807

Siento como ruge bajo mis plantas
y galopa este río o mar o sueño
su denso correr habla, seré dueño
de una vida nueva. En unas cuantas

horas será de día en Ensenada
los hombres duermen, paciente el combate
los aguarda, rutinario el embate,
el imperio se afirma en cada rada.

Por Jorge echaré otra vez pie a tierra
y no más, dormirá en mí la guerra,
colinas de Irlanda... mi vida ilesa

o puede que una salva final me haga
memoria en esta ciudad y otra paga:
borrar mi historia de la historia inglesa.

sábado, 8 de agosto de 2009

La Tribulación de San Martín

Cancha Rayada, primeras horas del 20 de marzo de 1818

Ciego en la noche, mira fijo al sur.
Corren las sombras, su tropa se bate
en retirada, ha perdido, no hay augur
que pueda adivinarle cómo late

la inabarcable América ni el modo
en que podrá cumplir con su destino.
A su izquierda ya el día enseña todo
su caudal desde el macizo andino.

Como Aníbal (la mañana lo agota)
lo ha cruzado y peleado para nada,
piensa: «Ordóñez celebra su espada,

la fortuna cumplió con él su nota,
yo perdí hoy mis futuras victorias,
¡no! cada hora anida mil historias».

 
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